A un año de la crisis sanitaria por COVID-19 las mujeres continuaron viviendo una doble pandemia, las violencias machistas. Ante esta emergencia nacional, la Red Nacional de Refugios A.C. (RNR) respondió brindando acompañamiento, atención integral y protección especializada a 14,928 personas, de ellas 10,311 son mujeres, niñas y niños sobrevivientes de violencias a través de los Refugios y sus Centros de Atención Externa, Casas de Transición y de Emergencia integrantes de la RNR y 4,617 mediante las líneas telefónicas y redes sociales.
Debido a la violencia contra las mujeres, niñas, niños y adolescentes durante el confinamiento, el ingreso a refugios registró un aumento de más de 50%.
“Si me niego a tener relaciones sexuales me chantajea, se enoja y me insulta. ¡Necesito ayuda!”
“No quiero que mi hijo siga viviendo con gritos, insultos y golpes”
“Me vigila, estoy cansada de tener miedo en mi propia casa” (Luces de ayuda, 2020)
En dos meses de confinamiento por COVID-19, incrementaron en más de 80% las llamadas y mensajes de solicitud de apoyo a causa de violencias de género. En el primer mes fueron asesinadas más de 300 mujeres, niñas y adolescentes que cohabitaban con su agresor.
En México, 80.31% de las mujeres que fueron víctimas de violación durante su infancia fueron abusadas por familiares. La jornada de distanciamiento social y el mensaje dirigido a las adolescentes y mujeres sobre quedarse en casa las dejo expuestas a vivir mayor violencia sexual, es indispensable que las víctimas de violencia sexual sepan que tienen derecho a la anticoncepción de emergencia y al aborto en caso de quedar embarazadas a causa de este evento.
De igual forma, previo a la emergencia sanitaria, México ya enfrentaba una pandemia: la violencia contra las mujeres, que ocasiona en promedio, 10 feminicidios diariamente (ONU): un total de más de 3 mil mujeres asesinadas al año.
Organizaciones y activistas nos articulamos para detener estas violencias mediante movilizaciones feministas, de activistas, organizaciones y ciudadanía que visibilizaron los feminicidios y otras violencias perpetradas por razones de género.
Asimismo, exigimos a las instancias gubernamentales que garanticen la prevención, atención, protección, seguridad, justicia y reparación del daño para las víctimas y sus familiares, mientras que la indiferencia del Estado y la incapacidad de garantizar una vida libre de violencias a todas las mujeres permea constantemente.
En dos meses de confinamiento por COVID-19, incrementaron en más de 80% las llamadas y mensajes de solicitud de apoyo a causa de violencias de género. En el primer mes fueron asesinadas más de 300 mujeres, niñas y adolescentes que cohabitaban con su agresor.
En México, 80.31% de las mujeres que fueron víctimas de violación durante su infancia fueron abusadas por familiares. La jornada de distanciamiento social y el mensaje dirigido a las adolescentes y mujeres sobre quedarse en casa las dejo expuestas a vivir mayor violencia sexual, es indispensable que las víctimas de violencia sexual sepan que tienen derecho a la anticoncepción de emergencia y al aborto en caso de quedar embarazadas a causa de este evento.
De igual forma, previo a la emergencia sanitaria, México ya enfrentaba una pandemia: la violencia contra las mujeres, que ocasiona en promedio, 10 feminicidios diariamente (ONU): un total de más de 3 mil mujeres asesinadas al año.
Organizaciones y activistas nos articulamos para detener estas violencias mediante movilizaciones feministas, de activistas, organizaciones y ciudadanía que visibilizaron los feminicidios y otras violencias perpetradas por razones de género.
Asimismo, exigimos a las instancias gubernamentales que garanticen la prevención, atención, protección, seguridad, justicia y reparación del daño para las víctimas y sus familiares, mientras que la indiferencia del Estado y la incapacidad de garantizar una vida libre de violencias a todas las mujeres permea constantemente.
La pandemia por COVID-19 ha aumentado las brechas de desigualdad entre hombres y mujeres y ha mostrado que el confinamiento incrementa la violencia contra las mujeres, niñas, niños y adolescentes. Miles de mujeres viven el confinamiento con miedo, las solicitudes de ingresos a refugios integrantes de la Red Nacional de Refugios (RNR) incrementaron a nivel nacional 12.71%, algunos refugios registran un aumento de más de 50%, debido a la contingencia sanitaria.
En México las violencias que se ejercen dentro de casa contra las mujeres han sido invisibilizadas por parte del Estado, viéndolas desde una perspectiva totalmente carente del enfoque de género y derechos humanos. Al contrario, se han abordado desde la “fraternidad”, haciendo declaraciones que preocupan y que perpetúan no solo la impunidad sino la naturalización de las violencias hacia las mujeres, niñas y niños, ignorando datos oficiales que señalan que 40% de los feminicidios se cometen en los hogares de las víctimas (INEGI), siendo éstos unos de los espacios más inseguros para estos grupos.
En México se ha cumplido más de un año de haber sido declarada la pandemia por COVID-19 y las vacunas han comenzado a distribuirse, sin embargo, la pandemia de las violencias machistas continúa siendo invisibilizada y sin la atención integral e intersectorial por parte de las autoridades mexicanas. Al igual que durante el año 2020, en 2021 la Red Nacional de Refugios A.C. (RNR) ha respondido a esta doble pandemia, brindando acompañamiento, atención integral y protección especializada a esta fecha a 13,585 mujeres, niñas y niños a través de los Centros de Atención Externa y Refugios integrantes de la RNR, lo que representa un aumento de 4% durante los primeros 5 meses del año 2021 con respecto al 2020.
Se registró que durante este mes todos los días se comunicaron 37 mujeres solicitando apoyo ante situaciones de violencias machistas. En 71% de los casos los agresores de las mujeres fueron sus parejas, esposos o exparejas, de ellos, 26% contaba con antecedentes penales y 18% con vínculos militares o políticos.
Lamentablemente las infancias tampoco están seguras pues las violencias machistas también se perpetran en su contra, vulnerando sus derechos humanos y afectando su desarrollo. La RNR registró que 5 de cada 10 hijas e hijos de mujeres que solicitaron apoyo también habían sido víctimas de violencias, principalmente emocional y sexual.
Tan solo durante marzo, el número nacional de emergencias 911 ha recibido cerca de 155 llamadas por hora por alguna situación de violencia. Al pasar los meses de la cuarentena nos percatamos que las violencias contra las mujeres no se detienen, al contrario, han incrementado hasta 80% las solicitudes de apoyo que recibe la RNR. Por su parte, hemos visto también diferentes fenómenos en las solicitudes de apoyo, como son el que han disminuido las realizadas directamente por las mujeres y han aumentado hasta 31% las realizadas por alguna red de apoyo (familiar, vecina, amistad, etc) de la mujer en situación de violencia, puesto que el cohabitar con su agresor imposibilita el que ellas mismas pidan auxilio. Aunado a que el 100% de las mujeres que solicitaron apoyo fueron víctimas de violencias familiares, el 64.97% de las mujeres sufrió agresiones por parte de su pareja o esposo y el 46% de las hijas e hijos de las mujeres que solicitaron apoyo también fueron víctimas de agresiones dentro de sus casas durante el periodo de confinamiento.
Lo anterior refleja que las violencias machistas no están en cuarentena, al contrario, se han recrudecido en el contexto de confinamiento provocado por la contingencia sanitaria. Y que entre más tiempo se extienda el periodo de confinamiento menos posibilidades tendrán las mujeres de llamar, mandar mensaje y, por lo tanto, de realizar denuncias, lo que también afecta a niñas y niños.
Todo lo anterior, aunado a la indiferencia gubernamental, se convierte en un caldo de cultivo para las violencias machistas. Información generada por la RNR revela que 19% de las mujeres que solicitaron apoyo ya habían tenido un acercamiento con instancias de gobierno, pero habían sido ignoradas.
La pandemia por COVID-19 ha aumentado las brechas de desigualdad entre hombres y mujeres y ha mostrado que el confinamiento incrementa la violencia contra las mujeres, niñas, niños y adolescentes. Miles de mujeres viven el confinamiento con miedo, las solicitudes de ingresos a refugios integrantes de la Red Nacional de Refugios (RNR) incrementaron a nivel nacional 12.71%, algunos refugios registran un aumento de más de 50%, debido a la contingencia sanitaria.
En México las violencias que se ejercen dentro de casa contra las mujeres han sido invisibilizadas por parte del Estado, viéndolas desde una perspectiva totalmente carente del enfoque de género y derechos humanos. Al contrario, se han abordado desde la “fraternidad”, haciendo declaraciones que preocupan y que perpetúan no solo la impunidad sino la naturalización de las violencias hacia las mujeres, niñas y niños, ignorando datos oficiales que señalan que 40% de los feminicidios se cometen en los hogares de las víctimas (INEGI), siendo éstos unos de los espacios más inseguros para estos grupos.
En México se ha cumplido más de un año de haber sido declarada la pandemia por COVID-19 y las vacunas han comenzado a distribuirse, sin embargo, la pandemia de las violencias machistas continúa siendo invisibilizada y sin la atención integral e intersectorial por parte de las autoridades mexicanas. Al igual que durante el año 2020, en 2021 la Red Nacional de Refugios A.C. (RNR) ha respondido a esta doble pandemia, brindando acompañamiento, atención integral y protección especializada a esta fecha a 13,585 mujeres, niñas y niños a través de los Centros de Atención Externa y Refugios integrantes de la RNR, lo que representa un aumento de 4% durante los primeros 5 meses del año 2021 con respecto al 2020.
Se registró que durante este mes todos los días se comunicaron 37 mujeres solicitando apoyo ante situaciones de violencias machistas. En 71% de los casos los agresores de las mujeres fueron sus parejas, esposos o exparejas, de ellos, 26% contaba con antecedentes penales y 18% con vínculos militares o políticos.
Lamentablemente las infancias tampoco están seguras pues las violencias machistas también se perpetran en su contra, vulnerando sus derechos humanos y afectando su desarrollo. La RNR registró que 5 de cada 10 hijas e hijos de mujeres que solicitaron apoyo también habían sido víctimas de violencias, principalmente emocional y sexual.
Tan solo durante marzo, el número nacional de emergencias 911 ha recibido cerca de 155 llamadas por hora por alguna situación de violencia. Al pasar los meses de la cuarentena nos percatamos que las violencias contra las mujeres no se detienen, al contrario, han incrementado hasta 80% las solicitudes de apoyo que recibe la RNR. Por su parte, hemos visto también diferentes fenómenos en las solicitudes de apoyo, como son el que han disminuido las realizadas directamente por las mujeres y han aumentado hasta 31% las realizadas por alguna red de apoyo (familiar, vecina, amistad, etc) de la mujer en situación de violencia, puesto que el cohabitar con su agresor imposibilita el que ellas mismas pidan auxilio. Aunado a que el 100% de las mujeres que solicitaron apoyo fueron víctimas de violencias familiares, el 64.97% de las mujeres sufrió agresiones por parte de su pareja o esposo y el 46% de las hijas e hijos de las mujeres que solicitaron apoyo también fueron víctimas de agresiones dentro de sus casas durante el periodo de confinamiento.
Lo anterior refleja que las violencias machistas no están en cuarentena, al contrario, se han recrudecido en el contexto de confinamiento provocado por la contingencia sanitaria. Y que entre más tiempo se extienda el periodo de confinamiento menos posibilidades tendrán las mujeres de llamar, mandar mensaje y, por lo tanto, de realizar denuncias, lo que también afecta a niñas y niños.
Todo lo anterior, aunado a la indiferencia gubernamental, se convierte en un caldo de cultivo para las violencias machistas. Información generada por la RNR revela que 19% de las mujeres que solicitaron apoyo ya habían tenido un acercamiento con instancias de gobierno, pero habían sido ignoradas.
Para hacer frente a estas afectaciones, el gobierno mexicano ha tomado algunas acciones que contemplan:
Para hacer frente a estas afectaciones, el gobierno mexicano ha tomado algunas acciones que contemplan:
Más información:
Red Nacional de Refugios, AC. – www.rednacionalderefugios.org.mx
Más información:
Red Nacional de Refugios, AC. – www.rednacionalderefugios.org.mx
El programa que atiende a estas necesidades son los Refugios especializados para mujeres víctimas de violencia, este subsidio es un caso complicado desde el punto de vista presupuestario. Entre 2016 y 2019, el dinero dispuesto en la convocatoria para este tipo de refugios provenía de la acción “Subsidios para refugios y centros de atención externa de refugios para mujeres víctimas de violencia” del programa presupuestario “Salud materna, sexual y reproductiva” del ramo Salud.
En 2020, después de amagar con la desaparición de esta convocatoria el año anterior, el actual gobierno reestructura este rubro para convertirlo en un programa presupuestario del ramo Bienestar. La principal ventaja de esto es que, a diferencia de años previos, a partir de 2020 se podrán comparar los montos aprobados, en Presupuesto de Egresos, y ejercidos, en Cuenta Pública. De esta manera, vigilar la correcta administración de este recurso público será más sencilla.
Desde 2020, este programa no ha tenido cambios considerables, en términos reales. Si se toma en cuenta que la Red Nacional de Refugios reportaba un aumento en la atención a usuarias equivalente a 81% durante los meses de confinamiento más estricto, este recorte podría implicar no tener los suficientes recursos para atender a mujeres víctimas de violencia si llegase a haber una fase crítica similar.
El programa que atiende a estas necesidades son los Refugios especializados para mujeres víctimas de violencia, este subsidio es un caso complicado desde el punto de vista presupuestario. Entre 2016 y 2019, el dinero dispuesto en la convocatoria para este tipo de refugios provenía de la acción “Subsidios para refugios y centros de atención externa de refugios para mujeres víctimas de violencia” del programa presupuestario “Salud materna, sexual y reproductiva” del ramo Salud.
En 2020, después de amagar con la desaparición de esta convocatoria el año anterior, el actual gobierno reestructura este rubro para convertirlo en un programa presupuestario del ramo Bienestar. La principal ventaja de esto es que, a diferencia de años previos, a partir de 2020 se podrán comparar los montos aprobados, en Presupuesto de Egresos, y ejercidos, en Cuenta Pública. De esta manera, vigilar la correcta administración de este recurso público será más sencilla.
Desde 2020, este programa no ha tenido cambios considerables, en términos reales. Si se toma en cuenta que la Red Nacional de Refugios reportaba un aumento en la atención a usuarias equivalente a 81% durante los meses de confinamiento más estricto, este recorte podría implicar no tener los suficientes recursos para atender a mujeres víctimas de violencia si llegase a haber una fase crítica similar.